Israel y Medio Oriente en la identidad de los judíos sefardíes argentinos

Sep 22, 2021 | Cultura, Entrevistas, Portada

Entrevistamos a la Dra. Susana Brauner, investigadora argentina dedicada al estudio histórico de las comunidades de origen sirio y sefardí en Buenos Aires., que nos revela sus dinámicas identitarias entre lo judío, lo latinoamericano y lo mesoriental

Estimada Susana, acostumbramos a abrir la entrevista con una invitación a presentarte y compartir con nuestros lectores tu plano biográfico y académico

Susana Brauner

Susana Brauner

SB – Soy Doctora en Ciencias Políticas (USAL-Argentina), M.A en Historia (Universidad de Tel Aviv-Israel), B.A en Historia Universal (Universidad de Bar Ilan-Israel), Lic. en Historia (UBA).

Ejerzo como Profesora Titular e investigadora en la Maestría y Doctorado de Diversidad Cultural, en la Universidad Nacional Tres de Febrero (UNTREF-Argentina) 

Mis principales temas de investigación se relacionan con los estudios culturales y las migraciones de Asia y África en Argentina y América Latina, en particular sobre las migraciones judías del mundo árabe. 

Entre algunas de mis publicaciones sobre los judíos procedentes del mundo árabe, se puede destacar: “Diversités juives et argentines enracinées dans le monde arabe. Identités, migrations et religiosité (du dernier tiers du 19ème au début du 21ème siècle) (Riveneuve, Francia, 2018); “Aesthetics, politics and the complexities of Arab-Jewish diasporas in authoritarian Argentina” (University of Kentucky, USA, 2017); “Identities, Migrations and Religious Practices: The Jews and Argentineans of Syrian and Moroccan Origin (from the Second Half of the Nineteenth Century to the Early Twenty-First Century” (Academic Studies Press, EE.UU, 2017); La emigración masiva de los judíos del mundo árabe y musulmán: entre la partida voluntaria y compulsiva desde mediados del Siglo XX en adelante (RIIM, 2017); “Diversidades judías y argentinas con raíces en el mundo árabe: identidades, migraciones y religiosidad, desde el último tercio del Siglo XIX hasta inicios del XXI”, (Cadernos de Lingua e Literatura Hebraica, Universidad de Sau Paulo, 2016); La ortodoxia religiosa y el pragmatismo político. Los judíos de origen sirio, (Lumiere, Universidad de Tel Aviv, 2009); Los judíos de Alepo en Argentina: identidad y organización comunitaria, 1900-2000, (Nuevos Tiempos, Buenos Aires, 2005)

La inmigración a Argentina desde tierras otomanas, incluida la judía, fue objeto de «exotización» por parte de las élites argentinas de la época ¿podrías hablarnos un poco sobre dicha exotización? ¿Cómo afectó a los judíos provenientes de dicha región?

SB – Ante todo, cabe explicar en pocas palabras, el origen de los judíos en Argentina. Mayoritariamente son de origen ashkenazí, provenientes particularmente de las comunidades que se desarrollaron en Europa Oriental. Los sefardíes son una minoría, que incluye tanto a los procedentes del decadente Imperio Otomano como de los Mandatos que se establecieron en Siria y Líbano y/o del norte de África. 

Sinagoga marroquí de Buenos Aires

Sinagoga marroquí de Buenos Aires

Es decir, que los sefardíes, se fueron constituyendo en una minoría dentro de una colectividad judía de origen multiregional y por otro, dentro de las oleadas de inmigrantes de otros credos provenientes del mundo musulmán. 

Al arribar a Argentina, los sefardíes, se encontraron con un modelo de sociedad que difería en mucho de aquel que imperaba en sus tierras de origen. Un país, que más allá de la heterogeneidad de las concepciones vigentes, se identificaba con los valores del mundo occidental y de mayoría católica. Pero además se encontraron en un país que intentaba consolidar los rasgos de su identidad nacional a la par que cuestionado el papel de las corrientes migratorias que no se ajustaban a los moldes de identidad esperados por las elites argentinas. 

En este contexto, estos judíos, al igual que el resto de sus coterráneos de otros credos, cristianos, drusos o musulmanes, fueron percibidos como parte de los “grupos exóticos” y “no deseables”. No eran nórdicos, ni anglosajones, ni españoles ni franceses. No eran profesionales ni pretendían dedicarse a la agricultura o el trabajo físico. Se dedicaban mayoritariamente al comercio ambulante, profesaban una religión no cristiana, y parlantes de idiomas (a excepción de los marroquíes) que no facilitaban la integración. Tan es así que el diario Crítica en 1930, los describe en una nota como judíos “turcos”, con “costumbres curiosas”, con “rostros de color mate”, “ojos profundos”, dedicados a “su religión y el comercio”.  En otras palabras, como “extraños” y portadores identidades ancladas en tiempos medievales.

A mediados del siglo XX vemos una nueva dinámica con la creación del Estado de Israel ¿Cómo reaccionaron las comunidades judías argentinas a la aparición del estado judío?

SB – En los años 30`y 40´una gran parte de los judíos sefardíes, se mantuvieron alejados del movimiento sionista. 

Sinagoga Or Torá de Buenos Aires, fundada por judíos sirios

Sinagoga Or Torá de Buenos Aires, fundada por judíos sirios

Sin embargo, sus dirigentes, si bien eran también tradicionalistas, fueron legitimando el sionismo con referencias bíblicas, como una causa “sagrada” y “filantrópica” y nacionalista, que convocaba al apoyo de la construcción de un Estado judío en la Palestina histórica. En este marco, también lograron imponer cambios en los contenidos educativos de sus redes escolares, promoviendo, por ejemplo, la enseñanza del hebreo en sus aulas. De todos modos, para la mayoría, el sionismo siguió siendo un movimiento extraño, de origen europeo y de judíos que se habían alejado de sus tradiciones religiosas.

No obstante, en los años cuarenta, se observa un cambio de actitud:  es un período que se inicia con el apoyo de los dirigentes al sionismo, pero que termina con el entusiasmo y solidaridad con el Estado de Israel que se estaba fundando como la “patria espiritual de los judíos” y el refugio de los sobrevivientes del Holocausto y los desplazados del mundo musulmán. De hecho, la solidaridad con el Estado hebreo, se fue convirtiendo en parte integrante de las definiciones identitarias de la mayor parte de los sefardíes, incluso de los sectores más observantes. Fueron tiempos en que se comenzó a celebrar el Día de la Independencia de Israel como motivo de júbilo y recordación y épocas donde algunos de sus jóvenes participaron y/o fundaron movimientos sionistas juveniles que fomentaban la emigración a Israel a corto plazo. 

En tus escritos revelas cómo algunas comunidades judías en Argentina iniciaron con un proceso asimilatorio hacia lo argentino para luego tener un regreso a la ortodoxia ¿Es correcto decir que las comunidades ashkenazíes en Argentina se han mantenido más liberales que las orientales? ¿Crees que las comunidades judías orientales tienden al reforzamiento de la religión para mantener cohesionada a la comunidad?

SB – Si, en general, más allá de algunos grupos minoritarios, los ashkenazíes se fueron secularizando, alejándose de prácticas religiosas muy estrictas e integrándose de modo más activo en diferentes campos de la sociedad argentina, en la ciencia, la cultura, el arte así como en la política, entre otros. De todos modos, también los sefardíes, transitaron importantes procesos de secularización hasta los años setenta. 

No obstante, a partir de los setenta se percibe, en diferentes sectores comunitarios, la revitalización de las prácticas religiosas ortodoxas. Tan es así, que corrientes como Jabad Lubavitch comienzan a tener mayor presencia en el ámbito ashkenazí y sefardí,  y las dirigencias de origen sirio, ortodoxas y ultraortodoxas, a imponerse primeramente en la comunidad alepina y damascena y más tarde en otras entidades de origen sefardí. 

Todo ello, a contribuido al fortalecimiento de los niveles de religiosidad practicados en los espacios de los judíos que se encuentran vinculados a diferentes organizaciones comunitarias como así también y en contraposición, al alejamiento de quienes no se encuentran identificados con los criterios ortodoxos que predominan en esas instituciones.

¿Qué lugar tienen Israel y el Medio Oriente en los procesos de identificación e identitarios de los judíos argentinos’ ¿Son visibles las dinámicas de reivindicación de tradiciones del del lugar de origen de los antecesores inmigrantes en la sociedad argentina judía?

SB –  Pero puedo decirles que la identificación de los judíos argentinos con Israel está muy presente y también en sus instituciones centrales. De hecho, los conflictos bélicos de lo que allá sucede, genera la atención/preocupación de muchos. Más allá que estén de acuerdo o no, con las políticas del Estado de Israel.

En cuanto al peso de las tradiciones de los lugares de origen: los judíos ashkenazíes lograron constituir organizaciones que representan a los judíos más allá de sus orígenes territoriales. Por ejemplo, en los cementerios. 

En cambios los judíos sefardíes, conservan sus propias entidades regionales. Por ejemplo hay cuatro cementerios en Buenos Aires: marroquí, alepino, damasceno y “turco”. De todas maneras, si bien se conservan estas instituciones, se puede remarcar también que sus “fronteras” son porosas y existe una interrelación fluida entre los diferentes sectores.     

Cuando se habla de los judíos del Medio Oriente se tienen a tener la idea del judaísmo del mundo árabe y turco pero la vida judía en Medio Oriente es más compleja y diversa ¿En Argentina se conocen esas complejidades judías del Oriente Medio o se continúa pensando en clave árabe y turca?

SB – En Argentina, se conoce a los judíos del mundo musulmán, popularmente como “turcos”, así como también a aquellos de otros credos que arribaron al país desde el Imperio Otomano. 

De hecho, los mismos judíos sefardíes, más allá de sus diferencias regionales o lingüísticas, se reconocen como “turcos”, como un término identitario, que los diferencia de los ashkenazíes, y que puede adquirir según la ocasión, tanto connotaciones positivas, neutrales como negativas.

Es decir, que se sigue pensando en clave árabe y turca.

En Israel el término «mizrahi» es muy abarcativo de un universo plural de comunidades no sefardíes y con pasado europeo, como yemenitas, iraquies, iraníes kurdos, caucásicos ¿Qué nivel de apertura hay en las comunidades judías argentinas al conocimiento de otras realidades culturales judías más allá del mundo ashkenazí y sefaradí?

SB – Términos, como “mizrahí/es”, o judíos orientales, son categorías, que no se han difundido en Argentina, ni tampoco son utilizadas para referirse a los judíos con ancestros en el mundo musulmán en el país. Es poco lo que se conoce de otras realidades culturales más allá de los orígenes territoriales/ancestrales de quienes llegaron a la Argentina. 

Tan es así, que se desconocen o poco conocen fenómenos tales como la partida masiva, voluntaria o compulsiva de los judíos del mundo árabe e Irán en épocas de la creación del Estado de Israel y el fortalecimiento de los nacionalismos en Medio Oriente.

4 Comentarios

  1. Hamurabi Noufouri

    Thank you for such a rigorous and complete overview of the Jewish Diversity of Argentina.

    Responder
  2. Hamurabi Noufouri

    Gracias por tan riguroso y completo panorama sobre la Diversidad Judia de la Argentina.

    Responder
  3. Fabiana

    Mi abuelo paterno llegó de Alepo junto con algunos hermanos (desconozco si llegaron con sus padres), mientras que otros hermanos se fueron a Israel.
    El tema es que estos últimos mantuvieron el apellido Levy o Levi, mientras que los que llegaron a Argentina, pasaron a llamarse Sabaj (según cuentan, así los inscribieron en migraciones).
    ¿Hay alguna posibilidad de encontrar a la otra parte de la familia ?
    Desde ya, muchas gracias

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  4. david

    como ashkenazi criado dentro del mundo sefaradi en buenos aires, la nota me da una perspectiva que no la tuve en cuenta. muy interesante!
    Un punto interesante en la nota es enterarme como veian a los nuevos inmigrantes sefaraditas dentro de un mar de inmigrantes de todo el mundo. Hasta hoy en dia, la comunidad sefaradita mantiene muy vivas muchas costumbres que trajeron desde sus origenes, creo yo que aun mas que otras comunidades (judias y no judias). No lo digo como algo negativo o positivo, sino como una observacion.

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